Sobremordida
La sobremordida es casi siempre hereditaria.
Al describir los diversos tipos de problemas oclusales, la sobremordida es uno de los casos que siendo leve, puede resultar imperceptible para un ojo poco entrenado. Esta alteración se presenta cuando los dientes de la arcada superior se encuentran muy por delante de los inferiores, llegando a cubrirlos parcial o totalmente según la severidad del caso.
Por lo general se produce a partir de una maloclusión clase II; en los que el maxilar se encuentra más adelantado en relación con la mandíbula.
La sobremordida es casi siempre hereditaria; sin embargo además de los factores genéticos existen ciertos hábitos que pueden influir en su aparición, entre ellos el uso prolongado del chupete o biberón, la succión del pulgar y el juego de “empujar” los dientes con la lengua durante los primeros años de infancia, o ya en etapa adulta a causa del estrés. El paciente con sobremordida puede ver afectado su aspecto físico con dientes que sobresalen (también llamados “dientes de conejo”) e incluso presentar un siseo al hablar. El dolor al masticar o lastimaduras en boca y encías producto del roce de los dientes, son otras de sus posibles consecuencias
Entre las alternativas de tratamiento que existen para este tipo de maloclusión, la primera opción y la más efectiva es la intervención temprana. Durante la infancia, la ortodoncia interceptiva presenta la ventaja de poder corregir y guiar el desarrollo de los huesos maxilares aún en crecimiento, lo cual no es posible luego de los 11-12 años. A partir de esta edad e inclusive en adultos, lo más común es el uso de la ortodoncia tradicional con “brackets”, los cuales se enfocan únicamente en corregir la posición de las piezas dentales.
Es posible que su especialista identifique un maxilar superior muy estrecho.
De igual forma, los sistemas modernos de ortodoncia con alineadores invisibles como Invisalign también son efectivos para tratar este tipo de problema.
En ocasiones es preciso realizar alguna extracción para abrir espacio al trabajo de ortodoncia ya que el apiñamiento (otro problema relacionado) presenta cierta frecuencia entre pacientes con sobremordida. Es posible que su especialista identifique un maxilar superior muy estrecho; en esos casos debe emplearse paralelamente un expansor para ampliar el espacio y lograr que todos los dientes puedan ubicarse armónicamente.
Luego de esto, existen casos de sobremordida mucho más severos en los cuales las causas son esqueléticas y su solución amerita una cirugía ortognática. Los adultos (que ya no tienen posibilidad de aplicar ortodoncia interceptiva) deben recurrir a procedimientos quirúrgicos para corregir los huesos maxilares; en el caso específico de la sobremordida “recortar” el maxilar superior o desplazar hacia adelante la mandíbula. Este procedimiento debe ser acompañado por un tratamiento de ortodoncia (brakets o alineadores) para obtener mejores resultados.
Por último, cuando se ha completado cualquiera de los tratamientos indicados para la corrección del problema, es importante continuar realizando visitas periódicas a su ortodoncista y cumplir con el uso de los retenedores durante el tiempo que este los indique. Con ello logrará resultados definitivos, satisfacción por el logro alcanzado y además una hermosa sonrisa.
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