Osteoartritis de la ATM
Osteoartritis de la ATM (Articulación Temporomandibular)
Indiscutiblemente, la articulación temporomandibular (ATM) cumple una función básica en el desempeño funcional de la mandíbula; permitiendo realizar los movimientos necesarios que nos permiten morder, comer, hablar o bostezar.
Sin embargo, existe una serie de alteraciones que influyen en su funcionamiento regular; encontrándose entre ellas la osteoartritis de la ATM, una enfermedad degenerativa que va deformando el disco fibroso que hace las veces de almohadilla entre la mandíbula y el cráneo.
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Tipos de artritis de la ATM
Así como puede ocurrir de forma accidental o por causas naturales; existen diversos tipos de artritis de la ATM que pueden desarrollarse y afectar de alguna manera esta articulación:
Artrosis
Frecuente en adultos mayores de 50 años de edad; esta condición va deformando progresivamente el disco fibroso y engrosando el hueso subyacente, hasta producir una falta de concordancia entre ellos, dolor e inflamación.
Artritis Reumatoide
Aunque esta enfermedad autoinmunitaria impacta a una porción más reducida de pacientes y la ATM es una de las últimas articulaciones que afecta; es una patología que ataca las células propias y causa inflamación, limitación de movimientos e incluso deformaciones en el rostro.
Artritis Infecciosa
Aun cuando su origen corresponde a algún tipo de infección, esta puede haberse iniciado en cualquier parte del cuerpo y llegar hasta la ATM a través del torrente sanguíneo; provocando inflamación y un movimiento lento, limitado y especialmente doloroso.
Artritis Traumática
Son casos muy poco frecuentes, provocados por una lesión o fuerte impacto que afectan la ATM causando mucho dolor, limitación de movimiento y sensibilidad al contacto.
Diagnóstico y tratamiento
En primer lugar, el especialista realiza la anamnesis con su respectiva exploración física para determinar los síntomas presentes y solicitar las pruebas diagnósticas que corresponda.
Durante esta revisión, el médico emplea sus manos para palpar el rostro del paciente en búsqueda de alteraciones; presionando lentamente a ambos lados de la cara mientras se solicita al individuo que abra y cierre la boca para detectar cualquier muestra de dolor, ruidos secos o chasquidos.
Como resultado de esta etapa inicial, el especialista podrá hacerse una idea del tipo de afectación presente y en caso de ser necesario puede apoyarse en pruebas por imagen para detectar cualquier afección interna; contándose entre ellas desde la radiografía hasta una resonancia magnética.
Asimismo, la prueba para detección de trastornos del sueño (polisomnografía) también puede arrojar algún resultado útil.
Por último, al referir el tratamiento de la osteoartritis de la articulación temporomandibular hay que tener en cuenta que los procedimientos son tan amplios y diversos como las causas de la afección.
En este sentido, los tratamientos más frecuentes incluyen el uso de férulas o prótesis bucal y fármacos (analgésicos, antinflamatorios) para aliviar el dolor. Sin embargo, otras alternativas como la fisioterapia y la cirugía maxilofacial ofrecen una opción bastante eficaz ante los casos más severos.